Vitamina D en la etapa infantil, ¿qué recomendamos para conseguir niveles adecuados?

JESÚS GARRIDO GARCÍA
Coordinador de Pediatría del Hospital Vithas La Salud. Granada
Autor Blog “Mi Pediatra Online”


Estamos viviendo una etapa excepcional en nuestras vidas, sin duda la pandemia del COVID-19 ha supuesto un antes y un después en muchos aspectos del día a día. Estamos más preocupados que nunca por mantener un sistema defensivo bien preparado y para lograrlo son imprescindibles ciertos nutrientes. Hasta hace unos años siempre que pensábamos en “alimentar” suficientemente al sistema defensivo venían a nuestra cabeza el hierro y la vitamina C y desde el año pasado quizás hemos incorporado la vitamina D debido en gran parte al número de publicaciones científicas y a su vinculación con la gravedad de la enfermedad por el virus SARS-CoV-2 en adultos, pero no todo el mundo conoce aún la importancia de esta vitamina.

Papel de la Vitamina D en la etapa infantil

La función principal y “clásica” de la vitamina D en la etapa infantil va a ser facilitar la absorción y mejorar la biodisponibilidad del calcio, principalmente, y el magnesio para asegurar una correcta calcificación de los huesos y el crecimiento del esqueleto1. Por lo tanto desempeña una función esencial por la importancia del crecimiento óseo en esta etapa.

Además, y desde hace unos años están apareciendo bastantes publicaciones científicas que le otorgan una función “nueva” que sería su papel inmunomodulador1,3. Aunque aún faltan estudios que nos permitan vincularlo de forma fehaciente, todos nos encontramos de forma habitual en nuestra práctica clínica con diversas patologías como la hiperreactividad bronquial, las alergias, la hipertrofia de adenoides, la dermatitis atópica, etc. en las que el problema no es una incapacidad del sistema defensivo para responder, sino que este lo hace de forma demasiado intensa. ¿Podría tener una vinculación con los niveles de vitamina D? A día de hoy lo cierto es que aún no podemos afirmarlo, son solo indicios.

Con respecto a la infección por COVID-19 cabría resaltar que es un virus que no mata por sí mismo, lo hace en realidad una respuesta exagerada del sistema defensivo frente a él, y afortunadamente las reacciones graves no están siendo nada frecuentes en niños. No obstante sí que existe literatura que relaciona la suplementación con vitamina D con una mejor defensa frente a las infecciones respiratorias en niños2,3

¿Presentan los niños niveles adecuados de vitamina D?

La situación con respecto a los niveles de vitamina D pre-pandemia en población infantil española no podía considerarse como buena4 y, las medidas implementadas para evitar el contagio como el confinamiento domiciliario de la primera ola o el uso de la mascarilla después, han supuesto cambios en los hábitos infantiles que muy seguramente van a influenciar en la síntesis cutánea de esta vitamina, que debe suponer alrededor de un 80% de la forma activa circulante.

Nos movemos hoy en día en muchos equilibrios difíciles. En este tema concreto pondré dos ejemplos:

  • El uso de mascarillas como protección frente al COVID-19. En nuestro país su uso es obligatorio. No podemos olvidar que en invierno especialmente la exposición al sol ya es escasa, más aún con las medidas de confinamiento. En muchos casos lo poco que nos exponemos al sol en esta estación es en la cara, ya que el resto de la piel se oculta para protegernos del frío. Ahora con las mascarillas ocultamos prácticamente la mitad de la piel que antes exponíamos al sol durante el invierno. El resultado es que durante el confinamiento hemos visto un aumento claro de problemas como la dermatitis atópica, y llamativamente más en la zona cubierta por la mascarilla. Un problema en el que basándome en las observaciones del día a día de la práctica clínica y compartido por varios compañeros de profesión, podría ser clave la falta de vitamina D, especialmente la producida in situ por la propia exposición al sol.
  • Las cremas de protección solar necesarias para proteger de la quemadura solar y sus efectos en el envejecimiento celular y el cáncer de piel. Cada vez estamos más concienciados de los peligros del sol. Las quemaduras solares producen un daño en la piel que reparación tras reparación va produciendo un envejecimiento celular y puede acabar originando cáncer de piel. Por eso es importante hacer una exposición adecuada. Es necesaria para producir vitamina D, pero a la vez debemos evitar la quemadura solar. Centrándonos en evitar la quemadura recomendamos el uso de cremas de protección solar, pero es cierto que su uso reduce la capacidad de la piel de producir vitamina D, y por tanto en la actualidad esta carencia es más significativa que en otras épocas en las que la población se exponía más al sol sin protección. Sin duda el equilibrio perfecto no se ha logrado aún.

Con respecto a la ingesta de vitamina D, que debe complementar la síntesis cutánea para conseguir niveles sanguíneos adecuados. Se ha publicado recientemente un artículo perteneciente al Estudio ESNUPI, realizado en población infantil española entre 1 y menos de 10 años donde se analizan las ingestas de calcio, fósforo, magnesio y vitamina D7. El estudio revela que la mayoría de los niños están muy por debajo de las recomendaciones, siendo las ingestas medias diarias entre los 2 y los 3 microgramos cuando las recomendaciones para estas edades están en 15 microgramos/día. Es ciertamente alarmante que analizando estos datos, las ingestas supongan solamente entre el 14 % y el 19% de las recomendaciones7. En el mismo estudio se observó cómo niños que consumían leches infantiles enriquecidas , aumentaban considerablemente las ingestas de vitamina D, acercándose en la mayoría de los casos a los 7 microgramos diarios que ya supondrían alrededor del 50% de las recomendaciones, los cuales, sin llegar aún a cumplir las recomendaciones, sí se acercaban de una forma considerable. (Figura 1)


Figura 1. Cantidad diaria ingerida de Vitamina D (microgramos/día).
Fuente: Estudio ESNUPI. Infografía: https://www.estudioesnupi.org/wp-content/uploads/2020/10/EsNuPI-Infografia-VitaminaD.pdf7

Los resultados de esta publicación destacan además, la necesidad de mejorar la ingesta de todos los nutrientes implicados en la salud ósea y metabólica en los niños, ya que el calcio y el magnesio también están por debajo de las recomendaciones.

Principales fuentes alimentarias

La vitamina D se ingiere a partir de algunos alimentos muy concretos, como son los pescados grasos, la yema de huevo y la leche y los productos lácteos, principalmente8.

El consumo de pescado graso presenta el hándicap y la limitación de su contenido en mercurio, y la población infantil de 0 a 10 años al ser vulnerable debe limitar el consumo de ciertas especies con alto contenido en mercurio (generalmente las de mayor tamaño) como advierte la AESAN9, lo que puede dificultar ciertamente las ingestas de vitamina D.

En la misma publicación del Estudio ESNUPI citada anteriormente, se analiza la utilidad de las leches infantiles enriquecidas para ayudar a incrementar las ingestas de nutrientes deficitarios en la población infantil, y se observa que los niños que son consumidores de las mismas, aunque no llegaban tampoco a las recomendaciones de vitamina D, sí que presentaban unas ingestas entre 2 y 3 veces mayores que aquéllos que consumían leche sin enriquecer, por lo que deberían contemplarse como una ayuda útil en este sentido7. Además, son productos habitualmente bien aceptados por los niños y en los que se puede reforzar el aporte de estos nutrientes alcanzándose mejores niveles, más cercanos a la ingesta recomendada.

Recomendaciones y consejos para aumentar los niveles de vitamina D

Como conclusión, las dos principales recomendaciones que podríamos realizar para que los niños cubran su necesidad de vitamina D en la actual situación, serían:

1) Aumentar la exposición solar sin protección en las horas en las que el sol no es tan dañino, lo que varía según la latitud y la estación del año. Si aumentamos la exposición de forma razonable podemos lograr que aumente la producción endógena de vitamina D y la piel irá incrementando su producción de melanina, que es la protección que genera nuestra piel para evitar la quemadura solar. Usando por supuesto la protección solar cuando los niños se exponen al sol más tiempo del recomendable o en horas y etapas del año en que la radiación solar puede ser excesiva.

2) Garantizar una ingesta suficiente en la alimentación gracias al consumo habitual y regular de pescado y marisco (los permitidos en esta edad), leche y lácteos y huevos a diario. En este aspecto, por su aceptación general en los niños destacaríamos los lácteos y cuando la dieta del niño claramente resulta insuficiente para cubrir esta necesidad, se deberían considerar las leches enriquecidas infantiles con vitamina D que pueden compensar esta carencia como ha quedado reflejado en recientes estudios.

PUBLICACIONES


«Nutrición Hospitalaria. Leche y productos lácteos como vehículos de calcio y vitamina D: papel de las leches enriquecidas»

AUTORES: Jesús Rodríguez Huertas, Avilene Rodríguez Lara, Olivia González Acevedo y María Dolores Mesa

Bibliografía
1. Gil Á, Plaza-Diaz J, Mesa MD. Vitamin D: Classic and Novel Actions. Ann Nutr Metab. 2018; 72:87-95.
2. Yakoob MY, Salam RA, Khan FR, Bhutta ZA. Vitamin D supplementation for preventing infections in children under five years of age. Cochrane Database of Systematic Reviews 2016, Issue 11. Art. No.: CD008824. DOI: 10.1002/14651858.CD008824.pub2. Accessed 18 January 2021.
3. Mailhot, G.; White, J.H. Vitamin D and Immunity in Infants and Children. Nutrients 2020, 12, 1233. https://www.mdpi.com/2072-6643/12/5/1233#cite
4. Olza J, Aranceta-Bartrina J, González-Gross M, Ortega RM, Serra-Majem L, Varela-Moreiras G, Gil Á. Reported Dietary Intake, Disparity between the Reported Consumption and the Level Needed for Adequacy and Food Sources of Calcium, Phosphorus, Magnesium and Vitamin D in the Spanish Population: Findings from the ANIBES Study. Nutrients. 2017 Feb 21;9(2). pii: E168. doi: 10.3390/nu9020168.
5. https://www.who.int/elena/titles/bbc/vitamind_pneumonia_children/es/
6. Pham H, Rahman A, Majidi A, Waterhouse M, Neale RE. Acute Respiratory Tract Infection and 25-Hydroxyvitamin D Concentration: A Systematic Review and Meta-Analysis. Int J Environ Res Public Health. 2019; 21;16(17). pii: E3020. doi: 10.3390/ijerph16173020.
7. Ingesta dietética habitual, adecuación nutricional y fuentes alimentarias de calcio, fósforo, magnesio y vitamina D en niños españoles entre uno y <10 años. Resultados del estudio EsNuPI Link: https://www.estudioesnupi.org/datos-y-resultados/ingesta-dietetica-habitual-adecuacionnutricional-y-fuentes-alimentarias-de-calcio-fosforo-magnesio-y-vitamina-d-enninos-espanoles
8. BEDCA Base Española de Composición de Alimentos. http://www.bedca.net/bdpub/
9. Recomendaciones de consumo de pescado por presencia de mercurio https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/seguridad_alimentaria/ampliacion/mercurio.htm

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