¿Cómo está afectando el cambio de precio de los alimentos a la salud cardiovascular?

JOSÉ MANUEL FERNÁNDEZ GARCÍA
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
Doctor en Medicina y Cirugía
Coordinador del Grupo de Nutrición de SEMERGEN


Existe suficiente evidencia científica para confirmar que las dietas poco saludables son un factor de riesgo mayor de mortalidad y enfermedad cardiovascular, siendo responsables del 72% de las muertes cardiovasculares por su efecto en factores asociados como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2, la dislipemia o la obesidad1.

Recomendaciones dietéticas

Las recomendaciones dietéticas actuales para disminuir el riesgo cardiovascular se centran en patrones de alimentación como el de la Dieta Mediterránea o la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), por nombrar las que más evidencias científicas han demostrado sobre sus beneficios para la salud. Con sus diferencias, estas dietas promueven a nivel general un mayor consumo de frutas, verduras, pescados, legumbres y frutos secos, limitando el consumo de carnes (sobre todo carnes rojas), y productos procesados con azúcares añadidos2.

Las dietas poco saludables incluyen un alto consumo de sal, ácidos grasos saturados, bebidas azucaradas, carnes rojas y procesadas, asociándose con un incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular.

Se entiende por dieta saludable aquella que aporta los macronutrientes (grasas, proteínas y azúcares) necesarios para las necesidades fisiológicas y energéticas de cada uno, sin excesos. Pero también provee los micronutrientes (vitaminas y minerales) necesarios para el normal crecimiento y metabolismo del organismo. Una dieta saludable es una estrategia de salud pública modificable, efectiva y coste-eficiente para reducir el riesgo cardiovascular.

Las grasas forman parte de las estructuras celulares y aportan energía, dividiéndose en 4 categorías: monoinsaturadas, poliinsaturadas, saturadas y grasas trans con distintas proporciones según el tipo de alimento. Las grasas insaturadas abundan en el pescado, aceites vegetales, semillas y frutos secos, asociándose a un menor riesgo cardiovascular y menor mortalidad. Las grasas saturadas abundan en las carnes, mientras que las grasas trans son resultado del procesamiento industrial de las grasas y abundan en los productos procesados. Estas dos últimas se asocian con un mayor riesgo cardiovascular y de mortalidad.

Las proteínas aportan energía y aminoácidos esenciales, siendo de origen animal los obtenidos a partir de la carne, pescado, lácteos y huevos; o de origen vegetal si se obtienen de legumbres, cereales, semillas y frutos secos.

Los carbohidratos son la principal fuente de energía de la dieta y abundan en los cereales, frutas, verduras y legumbres.

Según el Global Burden of Disease, más de 9,1 millones de muertes prematuras a nivel mundial son de causa cardiovascular, lo que equivale al 52% de todas las muertes cardiovasculares son atribuibles a los riesgos asociados a una dieta poco saludable3.

Así pues, la evidencia científica recomienda un bajo consumo de sal y alimentos de origen animal, e incrementar el consumo de alimentos de origen vegetal. También se deben sustituir los alimentos y las bebidas con alto índice glucémico por otros con menor índice (como los cereales integrales). Estos cambios en el patrón alimentario permitirán reducir el riesgo de ateroesclerosis, que es el sustrato fisiopatológico causante de las muertes de origen cardiovascular4.

En la siguiente tabla se resumen las recomendaciones dietéticas más actualizadas para prevenir la enfermedad cardiovascular de las principales sociedades de cardiología: ESC (Sociedad Europea de Cardiología) y AHA (American Heart Association)5.


Tabla 1: elaboración propia, adaptado de Nutrients 2023, 15,4898

Sin embargo, conocidas las evidencias de la relación que existe entre los distintos alimentos y la salud cardiovascular, es importante para los profesionales sanitarios disponer de recomendaciones sencillas que puedan transmitir a los pacientes para implementar de manera eficiente en su patrón alimentario dichos consejos dietéticos5.

Prevalencia e incidencia de mortalidad por enfermedad cardiovascular en España

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en España siendo la primera en las mujeres y la segunda en los varones (analizando la evolución durante las últimas décadas). El infarto agudo de miocardio es más prevalente en hombres, y el fallo cardiaco presenta mayor mortalidad en mujeres.

Hasta el 80% de las enfermedades cardiovasculares son prevenibles dependiendo de los factores de riesgo modificables: hipertensión arterial, consumo de tabaco, diabetes mellitus tipo 2, hipercolesterolemia, sobrepeso, obesidad y sedentarismo; la mayoría de los cuales pueden ser controlados o revertidos mediante una dieta adecuada.

Es importante destacar que resulta difícil encontrar estudios que analicen los datos de incidencia de enfermedad cardiovascular en España, dado que dependen de 17 sistemas sanitarios distintos de registro y análisis6,7. No obstante, analizando los datos que recoge el Instituto Nacional de Estadística en el año 2021, se indica que el 26,4% de las muertes en España se deben a enfermedades del sistema circulatorio, 25,2% a tumores y 10,2% a enfermedades infecciosas8.

Las enfermedades cardiovasculares son también la causa más frecuente de mortalidad en Europa, y suponen más de 60 millones de años potenciales de vida perdidos anualmente, principalmente en mujeres9.

Principales conclusiones del estudio PURE (Prospective Urban Rural Epidemiology) y concepto del “Healthy Diet Score”

Cada día se publican multitud de artículos sobre los efectos de los alimentos en la salud. Pero las conclusiones de un estudio realizado en una parte del mundo pueden no ser extrapolables a otras partes por multitud de razones (métodos de cocinado, aspectos genéticos relacionados con la raza, aspectos socioeconómicos y culturales muy diversos, …).

Recientemente, se ha publicado un gran estudio epidemiológico prospectivo en ámbito rural y urbano en 21 países de los 5 continentes que engloba a 147.642 pacientes conocido como estudio PURE (Prospective Urban Rural Epidemiology). En dicho estudio se relacionó un “score” de dieta saludable basado en el consumo de 6 grupos de alimentos saludables con la incidencia de infarto de miocardio e ictus, en personas de países de alto, medio y bajo nivel económico de todo el mundo, tuviesen o no enfermedad cardiovascular previa.

El patrón de dieta saludable del estudio PURE se basaba en el consumo de:

– 2-3 raciones diarias de fruta
– 2-3 raciones diarias de verduras
– 3-4 raciones semanales de legumbres
– 7 raciones semanales de frutos secos
– 2-3 raciones semanales de pescados
– 14 raciones semanales de lácteos.

Las puntuaciones más altas en dieta saludable del estudio PURE se asociaban significativamente con un menor riesgo de mortalidad, enfermedad cardiovascular, infarto de miocardio e ictus, tanto en quienes tenían o no antecedentes previos de enfermedades cardiovasculares, y ya fuese en países de altos, medios y bajos ingresos, indistintamente. Sin embargo, la asociación fue más intensa en los países de bajos ingresos (sur de Asia, China y África) en los que las puntuaciones son más bajas.

Las puntuaciones más elevadas en el score PURE de dieta saludable se asociaban con un 6% menos de riesgo de enfermedad mayor cardiovascular y un 8% menos de mortalidad. Asociaciones similares se encontraron si en dicha dieta se incluía carne o cereales integrales. Las conclusiones del estudio indican que el consumo inadecuado de alimentos saludables es un problema mucho mayor que el sobreconsumo de grasas saturadas, lácteos enteros o carne en términos de mortalidad y riesgo cardiovascular.

Los efectos sobre la tensión arterial o el colesterol LDL son mucho más modestos de lo que se pensaba, ya que aunque las grasas saturadas incrementan ligeramente el LDL, no incrementan las partículas aterogénicas como las VLDL o Apo B.

Por último destacaríamos que en este estudio PURE se relaciona el consumo de los lácteos enteros con una protección del riesgo de hipertensión arterial y del síndrome metabólico10.

¿Cómo está afectando la inflación al modelo alimentario en nuestro país?

Según datos oficiales aportados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el Informe del consumo alimentario en España 2021, destacaríamos que el consumo de pescado ha descendido notablemente en los últimos años en paralelo a su encarecimiento de precio. No hay que olvidar que el pescado es la principal fuente dietética de ácidos grasos omega-3 de cadena larga cuya ingesta está recomendada para la prevención del riesgo cardiovascular (entre otros)5.

Respecto a la fruta fresca también se aprecia una tendencia bajista en su consumo coincidiendo con un incremento de sus precios medios.

El consumo de hortalizas y verduras frescas ha descendido a pesar de mantener los precios, destacando un mayor consumo de estos productos en las clases sociales económicamente menos favorecidas.

El consumo de frutos secos ha descendido al haberse incrementado su precio.

Los datos que aportan las organizaciones profesionales del sector de la pesca como FEDEPESCA y CEPESCA inciden en el aumento medio del precio de los productos del mar, disminuyendo sus ventas.

Por tanto, parece que el aumento de los precios en estos alimentos saludables como son los pescados, frutas y verduras ha podido influir en un descenso de su consumo por parte de la población. No obstante aún no se disponen de estudios que relacionen este descenso de consumo con la morbi-mortalidad cardiovascular11.

Conclusiones (alimentos más relacionados con beneficios para la salud cardiovascular)

El consumo de una dieta con altas cantidades de frutas, verduras, frutos secos, legumbres que también incluye el consumo moderado de pescado y lácteos enteros se asocia con un riesgo bajo de enfermedad cardiovascular y mortalidad en todas las regiones del mundo, pero especialmente en países de bajos ingresos en los que el consumo de estos alimentos es reducido. Asociaciones similares se encontraron si se incluía el consumo de carne o cereales integrales en el score de la dieta. Los resultados demuestran que la mortalidad y los eventos cardiacos en adultos son mayores en quienes consumen poco estos alimentos referidos.

Se comparó el “score” del estudio PURE con otras puntuaciones obtenidas a partir de la dieta Mediterránea, dieta DASH o dieta planetaria. A excepción del score de la dieta planetaria, que era menos predictiva, los análisis de este estudio aportan evidencia empírica de que los “scores” de las otras dietas son válidos para predecir mortalidad y enfermedad cardiovascular.

Los estudios epidemiológicos centrados en nutrientes aislados pueden aportar conclusiones erróneas generando confusión, ya que las matrices alimentarias que conforman los alimentos generan interacciones. Parece más adecuado generar recomendaciones siguiendo patrones alimentarios saludables.

Las conclusiones del estudio demuestran que el riesgo de mortalidad y enfermedad cardiovascular en adultos es mayor si hay un consumo inadecuado de alimentos protectores (frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pescados y lácteos) que son los que se deben fomentar e incrementar en la dieta de la población.

PUBLICACIONES


«El estilo de vida cardiosaludable»

Autores: Instituto Puleva de Nutrición

Bibliografía
1. Mente A, Dehghan M, Rangarajan S, O’Donnell M, Hu W, Dagenais G, et al.
Diet, cardiovascular disease, and mortality in 80 countries. Eur Heart J 2023;44:2560-2579.
2. Cena H, Calder PC. Defining a Healthy Diet: Evidence for The Role of Contemporary Dietary Patterns in Health and Disease. Nutrients 2020;12(2):334. doi: 10.3390/nu12020334.
3. Stanaway JD, Afshin A, Gakidou E, Lim SS, Abate D, Abate KH, et al. Global, regional and national comparative risk assessment of 84 behavioural, environmental and occupational, and metabolic risks or cluster of risks for 195 countries and territories. 1990-2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017. Lancet 2018;392:1923-1994.
4. Riccardi G, Giosue A, Calabrese I, Vaccaro O. Dietary recommendations for prevention of atherosclerosis. Cardiovascular Research 2022;118:1188–1204
5. Chen W, Zhang S, Hu X, Chen F, Li D. A Review of Healthy Dietary Choices for Cardiovascular Disease: From Individual Nutrients and Foods to Dietary Patterns. Nutrients 2023;15:4898.
6. Pascual V, Pérez P, Fernández JM, Solá R, Pallarés V, Romero A, et al. Documento de consenso SEA/SEMERGEN 2019. Recomendaciones dietéticas en la prevención cardiovascular. Semergen 2019;45(5):333-348
7. Sacramento-Pacheco J, Sánchez-Gómez MB, Gómez-Salgado J, Novo-Muñoz MM, Duarte-Climents G. Prevalence of cardiovascular risk factors in Spain: a systematic review. J Clin Med 2023;12:6944.
8. Instituto Nacional de Estadística. Defunciones según la causa de muerte. Año 2021 (Datos Definitivos) y Primer Semestre 2022 (Datos Provisionales) (2/16). Informe Anual INE. Madrid 2022.
9. Townsend N, Kazakiewicz D, Lucy F, Timmis A, Huculeci R, Torbica A et al. Epidemiology of cardiovascular disease in Europe. Nature Rev Cardiol 2022;19(2):133-143.
10. Bowen K, Sullivan V, Kris-Etherton P, Petersen K. Nutrition and cardiovascular disease-an update. Current Atherosclerosis reports 2018;20(8).
11. En https://www.mapa.gob.es/es/alimentacion/temas/consumo-tendencias/informe-consumo-alimentario-2021-baja-res_tcm30-624017.pdf

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