¿Cuál es la mejor dieta para la salud y el medio ambiente?
MARÍA JOSÉ SOTO MÉNDEZ
Doctora en Nutrición y Ciencia de los Alimentos por la Universidad de Granada
Colaboradora de la Fundación Iberoamericana de Nutrición FINUT
Antecedentes
Las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares y el cáncer, son las principales causas de muerte a nivel mundial, responsables de más del 74% de los fallecimientos. Diversas investigaciones han mostrado que seguir patrones dietéticos saludables puede reducir el riesgo de estas enfermedades y la mortalidad prematura. La Dieta Mediterránea, reconocida por sus beneficios para la salud, y otros patrones dietéticos que reflejan beneficios de salud con poco impacto ambiental han cobrado gran relevancia.
En este contexto, un equipo del Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España (ENRICA) analizó cómo la adhesión a la Dieta Planetaria y a la Dieta Mediterránea se asocia con la prevención de la mortalidad por todas las causas. También evaluaron en paralelo el impacto ambiental de cada patrón dietético en una cohorte representativa de adultos españoles.
El estudio
El estudio ENRICA reclutó 13,105 participantes entre 2008 y 2010 mediante un muestreo estratificado por provincia y tamaño del municipio, y una selección aleatoria en dos etapas: municipios y secciones censales. Los hogares fueron contactados por marcación telefónica aleatoria, y los participantes seleccionados de acuerdo con la distribución de edad y sexo de la población española.
Se evaluó la adhesión de la Dieta Planetaria y a la Dieta Mediterránea usando los indicadores Planetary Health Diet Index (PHDI) y el Mediterranean Diet Adherence Screener (MEDAS), respectivamente.
La mortalidad total y por causas específicas (cardiovascular y cáncer) se obtuvo del Índice Nacional de Defunciones y del Instituto Nacional de Estadística. Para evaluar el impacto ambiental de los patrones dietéticos, se usó la base de datos europea SHARP-ID, que proporciona información sobre emisiones de gases de efecto invernadero y uso de suelo a lo largo del ciclo de vida de 944 alimentos.
Principales resultados del estudio
Para este estudio se analizaron los datos de 11.448 participantes (tras excluir a 1.617 por información dietética incompleta o datos faltantes de confusión). La media de edad fue de 47,5 años y el 52,5 % eran mujeres. Los valores medios del PHDI fueron de 84,6 en hombres y 88,4 en mujeres, sobre un máximo posible de 140 puntos, y los de MEDAS, de 6,44 puntos en hombres y 6,41en mujeres, de un máximo posible de 14 puntos.
Los participantes con mayor adhesión a ambos patrones dietéticos eran generalmente mayores, más educados, más activos físicamente, con menor ingesta calórica, mayor consumo de proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales, y menor consumo de grasas trans y saturadas. No se alcanzaron los niveles recomendados de calcio y zinc en ningún tercil del PHDI. En cuanto a la vitamina B12, la ingesta fue mayor en el tercil con mayor puntuación en MEDAS, aunque en ambos casos alcanzó el valor recomendado.
Durante un seguimiento medio de 14,3 años, se registraron 1.157 muertes (10,1 %). Aquellos en el tercil más alto de adhesión al PHDI y MEDAS presentaron una menor mortalidad: HR ajustado fue de 0,78 para PHDI y 0,79 para MEDAS. Al ajustar por IMC, los valores fueron similares (0,77 y 0,79, respectivamente). Sin embargo, al ajustar ambos índices simultáneamente, solo MEDAS mantuvo significancia estadística. Las curvas de Kaplan-Meier mostraron separación a partir del quinto año de seguimiento, siendo más pronunciada para MEDAS.
El análisis reveló una asociación inversa entre PHDI y mortalidad, aunque el efecto se detiene tras los 90 puntos, mientras que la asociación con MEDAS fue continua. Seguir las recomendaciones de consumo de frutas, aceites insaturados y lácteos (PHDI); además de una adhesión a las recomendaciones de consumo de frutos secos, bebidas azucaradas y pasteles de MEDAS, se asoció con una menor mortalidad.
Respecto al impacto ambiental, los alimentos del PHDI generaron 4,15 kg de CO₂/día de gases de efecto invernadero y 5,54 m² de uso de tierra. MEDAS mostró un menor impacto (3,54 kg de CO₂ y 4,66 m²), sin incluir a los lácteos. La adhesión ideal a ambos patrones reduciría sustancialmente el impacto ambiental, aunque ningún participante alcanzó el cumplimiento total. Esto subraya la dificultad de alcanzar dietas óptimas tanto en salud como en sostenibilidad.
En esta cohorte prospectiva de adultos españoles, se observó que una mayor adhesión tanto al PHDI como al MEDAS se asocia con una reducción similar de la mortalidad por todas las causas (22 % y 21 %, respectivamente). Estos hallazgos se mantuvieron robustos en análisis de sensibilidad. Desde una perspectiva ambiental, ambos patrones mostraron una baja carga de emisiones de gases de efecto invernadero y uso del suelo. Curiosamente, el consumo de legumbres se asoció con mayor mortalidad, posiblemente por su combinación frecuente con carnes procesadas. Aunque la reducción de la mortalidad por ECV o cáncer no alcanzó significación estadística, la tendencia fue consistente con estudios previos. Estos resultados refuerzan la utilidad de dietas sostenibles culturalmente adaptadas.
Conclusiones
Los hallazgos de este estudio sugieren que seguir una dieta saludable no solo mejora la salud cardiovascular a largo plazo, sino que también puede reducir la huella ambiental de la alimentación.
Una mayor adhesión al PHDI y al MEDAS se asoció de manera similar con una menor mortalidad por todas las causas y un impacto ambiental comparable. Estos hallazgos refuerzan los beneficios para la salud y el planeta de adoptar la Dieta Mediterránea y la Dieta Planetaria. Dado el arraigo cultural del patrón mediterráneo en España y su alineación con los principios de la salud planetaria, se sugiere su co-integración como una estrategia prometedora y adaptable tanto para la población local como para la creciente diversidad de origen extranjero en el país.
Fuente
El artículo está disponible en el siguiente enlace (versión original en inglés).
Referencia
Aznar de la Riera, M. D. C., Ortolá, R., Kales, S. N., Graciani, A., Diaz-Gutierrez, J., Banegas, J. R., Rodríguez-Artalejo, F., & Sotos-Prieto, M. (2025). Health and environmental dietary impact: Planetary health diet vs. Mediterranean diet. A nationwide cohort in Spain. The Science of the total environment, 968, 178924. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2025.178924
Elaboración y revisión del artículo científico
El presente contenido ha sido elaborado y revisado por colaboradores de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT)