El consumo de lácteos podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares
MARÍA JOSÉ SOTO MÉNDEZ
Doctora en Nutrición y Ciencia de los Alimentos por la Universidad de Granada
Colaboradora de la Fundación Iberoamericana de Nutrición FINUT
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) siguen siendo la principal causa de muerte en todo el mundo. Entre los factores de prevención primaria más estudiados está la dieta, donde el papel de los productos lácteos ha generado un amplio debate.
Un reciente estudio publicado en Nature Communications aporta datos sobre este tema, analizando información de casi un millón de personas de China y el Reino Unido, además de realizar una revisión sistemática y un meta-análisis global sobre la relación entre el consumo de lácteos y la incidencia de ECV.
Antecedentes
Adoptar patrones dietéticos saludables es fundamental para la prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares. Los productos lácteos, ricos en proteínas de alto valor biológico, fosfolípidos de la membrana globular de la leche, vitaminas y minerales, podrían mejorar factores de riesgo cardiovascular. Sin embargo, también contienen grasas saturadas y ciertas hormonas anabólicas, por la que se considera podrían tener efectos adversos.
Estudios previos han mostrado resultados dispares: algunos sugieren un efecto protector de los lácteos frente a las ECV, otros no encuentran asociación significativa, e incluso algunos reportan un mayor riesgo. Las recomendaciones actuales suelen favorecer los lácteos bajos en grasa, aunque la evidencia que respalda esta preferencia es limitada y, a menudo, inconsistente. Además, los diferentes tipos de lácteos (leche, yogur, queso) y sus procesos de fermentación pueden influir de forma distinta en la salud cardiovascular.
El estudio
Con el objetivo de aportar claridad, el estudio realizó un análisis multinacional combinando datos de dos grandes cohortes prospectivas: el China Kadoorie Biobank (CKB) y el UK Biobank (UKB), con una población total superior a los 612,000 adultos. A esta evidencia se sumó un metaanálisis actualizado con 32 estudios prospectivos previos sobre consumo de lácteos y riesgo de ECV, cardiopatía isquémica (CHD) y accidente cerebrovascular (ictus).
Los datos dietéticos se recopilaron a través de cuestionarios validados y recordatorios dietéticos de 24 horas. Los casos de incidentes ECV (tanto fatales como no fatales) se determinaron a partir de los registros médicos oficiales de cada país.
Resultados
En China, el consumo regular de lácteos, principalmente leche entera, se asoció con una reducción del 6% en el riesgo de accidente cerebrovascular, siendo especialmente notable la disminución del 24% en el caso del ictus hemorrágico; sin embargo, no se observó una asociación significativa con el riesgo total de enfermedades cardiovasculares tras ajustar por factores de confusión, y sí se detectó un aumento en el riesgo de cardiopatía coronaria, destacando que los consumidores frecuentes solían ser mujeres con mayor nivel educativo e ingresos, residentes urbanos y usuarios de suplementos.
En el Reino Unido, el consumo total de lácteos, especialmente queso y leche semidesnatada o desnatada, se relacionó con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, cardiopatía coronaria e ictus isquémico, siendo el consumo frecuente de queso (al menos siete veces por semana) el que mostró mayor efecto protector, mientras que la leche entera solo presentó una asociación marginalmente inversa con la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
El meta-análisis incluyó 30 estudios de cohortes prospectivas de 30 países, con 5.5 a 30 años de seguimiento, sumando más de 1,2 millones de participantes y más de 73,000 casos de ECV. Los resultados muestran que un aumento en el consumo total de lácteos se asoció con una reducción del 3,7% en el riesgo de ECV y del 6% en el riesgo de ictus. Cada ración diaria adicional de lácteos se relacionó con una disminución del 2% en el riesgo de ECV.
El consumo de productos lácteos fermentados, especialmente el queso, se asoció con un menor riesgo de ECV, CHD e ictus. No se encontró asociación significativa para el consumo de yogur o leche en general. Los lácteos bajos en grasa mostraron una relación significativa con menor riesgo de ECV y de ictus, mientras que los lácteos altos en grasa solo se asociaron con menor riesgo de CHD, pero no de ECV en general.
El análisis por subtipos de lácteos arrojó diferencias importantes: el consumo frecuente de queso se ha relacionado de manera consistente con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cardiopatía coronaria, tanto en estudios de cohortes como en análisis globales. Por su parte, la leche semidesnatada y desnatada mostró un efecto protector, mientras que la leche entera no presentó asociaciones significativas. En cuanto al yogur y el helado, no se detectaron relaciones claras con el riesgo cardiovascular. Finalmente, los lácteos bajos en grasa se asociaron con menor riesgo de enfermedades cardiovasculares e ictus, mientras que los altos en grasa solo mostraron una posible reducción del riesgo de cardiopatía coronaria.
Conclusiones y recomendaciones
El estudio concluye que el consumo total de lácteos, y especialmente de queso y productos bajos en grasa, puede tener un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares y el ictus. Sin embargo, los efectos varían según el tipo de lácteo, la cantidad consumida y las características de la población. En el caso de China, el consumo moderado de lácteos parece reducir el riesgo de ictus, mientras que, en el Reino Unido, el consumo regular de lácteos, especialmente queso y leche baja en grasa, se asocia con un menor riesgo de ECV y CHD.
Sin embargo, dada la heterogeneidad de los resultados y la calidad moderada de la evidencia, se requieren más estudios para establecer recomendaciones definitivas y personalizadas según el perfil de riesgo de cada población.
En definitiva, podríamos concluir afirmando que el consumo moderado de lácteos, puede formar parte de una dieta cardiosaludable, aunque siempre es necesario que las recomendaciones sean adaptadas a las características individuales y culturales de cada población.
Fuente
El artículo está disponible en el siguiente enlace (versión original en inglés).
Referencia
Zhuang, P., Liu, X., Li, Y., Ao, Y., Wu, Y., Ye, H., Wan, X., Zhang, L., Meng, D., Tian, Y., Yu, X., Zhang, F., Wang, A., Zhang, Y., & Jiao, J. (2025). A global analysis of dairy consumption and incident cardiovascular disease. Nature communications, 16(1), 437. https://doi.org/10.1038/s41467-024-55585-0
Elaboración y revisión del artículo científico
El presente contenido ha sido elaborado y revisado por colaboradores de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT)