Los beneficios de los productos lácteos enteros para la salud cardiometabólica
MARÍA JOSÉ SOTO MÉNDEZ
Doctora en Nutrición y Ciencia de los Alimentos por la Universidad de Granada
Colaboradora de la Fundación Iberoamericana de Nutrición FINUT
Durante años, los productos lácteos enteros han sido motivo de una detallada revisión en las recomendaciones dietéticas debido a su contenido en grasas saturadas. Sin embargo, el análisis de las últimas investigaciones sugiere que alimentos como la leche, el queso y el yogur enteros podrían no solo ser inocuos, sino incluso beneficiosos para la salud cardiometabólica.
Una revisión de la literatura reciente publicada en la revista científica Advances in Nutrition titulada Leche y productos lácteos enteros: mecanismos biológicos subyacentes a los efectos beneficiosos sobre los marcadores de riesgo para la salud cardiometabólica analiza los mecanismos biológicos que podrían explicar estos beneficios, desafiando la idea convencional de que los lácteos enteros deben ser excluidos de una dieta saludable.
Antecedentes
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en el mundo, con prácticamente 20 millones de fallecimientos anuales, una cifra que ha aumentado alrededor de un 20% desde 2010.
Una estrategia ampliamente aceptada para prevenir las ECV es adoptar patrones de dieta saludables. En este contexto, las pautas dietéticas han recomendado históricamente el consumo de lácteos bajos en grasa, como leche descremada o quesos reducidos en grasa, para limitar la ingesta de calorías y grasas saturadas.
Sin embargo, estudios recientes, tanto de tipo observacional como ensayos clínicos, han cuestionado esta postura tradicional. Éstos han revelado que a pesar de su contenido en grasa saturada, los lácteos enteros como la leche, el yogur y el queso no aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Estos hallazgos han despertado interés en investigar cómo la estructura y composición de estos alimentos, descritos como «matrices alimentarias complejas», influyen en la salud metabólica y cardiovascular.
Objetivo de la revisión
El propósito de esta revisión narrativa fue el de describir los mecanismos biológicos que podrían explicar la relación inversa entre el consumo de lácteos enteros y los marcadores de riesgo cardiometabólico, a través de una búsqueda de artículos científicos publicados desde el año 2000 al 2023.
El papel de la matriz láctea
Uno de los conceptos clave abordados en este estudio es el de la «matriz láctea», un término que se refiere a cómo los nutrientes y compuestos bioactivos se organizan dentro de los productos lácteos. Este enfoque permite comprender que la interacción entre los componentes, como las proteínas, las grasas y los minerales, influye de manera significativa en sus efectos sobre la salud.
Por ejemplo, la membrana globular de la grasa láctea contiene lípidos polares que pueden disminuir la absorción intestinal de colesterol y regular el metabolismo de las grasas, favoreciendo una mejor salud cardiovascular, la grasa láctea es la grasa natural más compleja presente en los alimentos y esto puede explicar sus efectos positivos en la salud cardiometabólica. Además, en el caso de los productos lácteos fermentados, como el queso y el yogur, estos compuestos bioactivos parecen modular la microbiota intestinal, con efectos positivos sobre la inflamación y la regulación de lípidos en sangre.
¿Qué dice la evidencia científica?
El artículo recoge una revisión extensa de investigaciones recientes que destacan cómo el consumo de lácteos enteros puede impactar positivamente en la salud cardiometabólica:
• Reducción del colesterol: La presencia de lípidos polares en los productos lácteos enteros contribuye a limitar la absorción de colesterol en el intestino, lo que podría explicar su efecto neutro o beneficioso en el perfil lipídico.
• Efectos antiinflamatorios: Algunos estudios sugieren que ciertos compuestos presentes en los lácteos enteros, como los ácidos grasos de cadena corta y los componentes bioactivos derivados de la fermentación (como las esfingomielinas), podrían reducir marcadores inflamatorios relacionados con enfermedades cardiovasculares.
• Mejora de la microbiota intestinal: El consumo de lácteos enteros fermentados como el queso y el yogur se asocia con una mejora en la composición de la microbiota, favoreciendo la proliferación de bacterias beneficiosas como Akkermansia y Bifidobacterium y disminuir bacterias proinflamatorias (Firmicutes) en el intestino y mitigando procesos inflamatorios.
La complejidad de los lácteos enteros
Un punto central del análisis es que los lácteos deben ser evaluados como matrices alimentarias complejas, no únicamente como fuentes de nutrientes aislados. Este enfoque contrasta con las guías que priorizan versiones bajas en grasa para limitar la ingesta de grasas saturadas, ya que ignoran los beneficios asociados con otros componentes clave presentes en los productos enteros.
Conclusión
La matriz láctea, es decir, la manera en la que los nutrientes y otros compuestos bioactivos se distribuyen de distinta forma entre alimentos como la leche, el queso y el yogur, puede determinar cómo cada uno de estos productos tiene un efecto reductor en el riesgo cardiovascular.
La evidencia actual señala que, cuando se consideran como un todo, la leche y los productos lácteos pueden ofrecer beneficios únicos para la salud cardiovascular, por lo que una mayor investigación para ampliar nuestros conocimientos sobre los efectos de los lácteos enteros en la salud está justificada.
Fuente
El artículo está disponible en el siguiente enlace (versión original en inglés).
Referencia
Torres-Gonzalez M, Rice Bradley BH. Whole-Milk Dairy Foods: Biological Mechanisms Underlying Beneficial Effects on Risk Markers for Cardiometabolic Health. Adv Nutr. 2023 Nov;14(6):1523-1537. doi: https://doi.org/10.1016/j.advnut.2023.09.001
Elaboración y revisión del artículo científico
El presente contenido ha sido elaborado y revisado por personal de la Fundación Iberoaméricana de Nutrición (FINUT)