Lácteos fermentados: ¿qué beneficios nos aportan?
JENNIFER BERNAL
Doctora en Nutrición y Ciencias Interdisciplinarias por la Universidad Simón Bolívar
Colaboradora de la Fundación Iberoamericana de Nutrición FINUT
Los productos lácteos fermentados, como yogures y quesos, se utilizan desde hace miles de años. Inicialmente eran una forma de conservar la leche, hacerla más transportable, menos perecedera, fácilmente disponible y hoy en día sabemos que además son más digeribles, gracias a la descomposición de la lactosa durante el proceso de fermentación y que contienen prebióticos y/o probióticos que pueden modificar la microbiota y con ello el metabolismo de determinados nutrientes.
La dieta mediterránea los incluye y, al igual que la leche, son fuente de nutrientes esenciales como carbohidratos, proteínas, grasas, calcio, fósforo, antioxidantes y fibra.
Antecedentes
La hipótesis de Metchnikoff, quien propuso que la longevidad podría prolongarse modificando la microbiota intestinal con bacterias beneficiosas como los lactobacilos del yogur, ha sido clave para entender cómo los lácteos fermentados impactan la salud.
Con la evidencia científica con la que contamos en la actualidad podemos afirmar que su consumo frecuente esta vinculado con beneficios para la salud ósea, cardiovascular, el metabolismo, el sistema nervioso central y la prevención de enfermedades como la diabetes y ciertos tipos de cáncer, favoreciendo la longevidad y el bienestar en general.
El Estudio
El artículo de Rizzoli y Biver «Papel de los productos lácteos fermentados en los beneficios para la salud de la dieta mediterránea» publicado en la revista Aging Clinical and Experimental Research realiza una revisión de la evidencia sobre el papel de los productos lácteos fermentados, que forman parte de la dieta mediterránea, y evalúa su papel en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer, inflamación, fracturas y trastornos neurodegenerativos.
Resultados
Los efectos beneficiosos de los lácteos fermentados se explican en parte por su capacidad de modificar la microbiota intestinal. Los prebióticos, como la inulina, y los probióticos, como los lactobacilos, mejoran el ambiente intestinal, incrementan la producción de ácidos grasos de cadena corta con efectos antiinflamatorios y favorecen la absorción de minerales como el calcio. La combinación de prebióticos y probióticos parece potenciar los efectos positivos en la salud ósea y metabólica. A continuación se detallan las evidencias sobre cómo los nutrientes contenidos en los lácteos fermentados mejoran la salud en diferentes sistemas:
• Salud ósea y riesgo de fracturas: El consumo de lácteos fermentados está asociado con una mayor densidad mineral ósea y menor riesgo de osteoporosis. Estudios observacionales y ensayos clínicos han mostrado que el consumo de yogures y quesos fortificados reducen los marcadores de resorción ósea y disminuyen la incidencia de fracturas de cadera en un 10-15% por porción diaria consumida. La combinación de calcio y vitamina D en estos productos favorece la salud ósea, especialmente en los adultos mayores y en mujeres postmenopáusicas.
• Riesgo cardiovascular: Contrario a la recomendación tradicional de evitar grasas lácteas, estudios a gran escala han demostrado que un mayor consumo de lácteos fermentados se asocia con una menor mortalidad y riesgo cardiovascular. Una ingesta de 20 g/día de queso o yogur se vincula a una reducción del 2% en la mortalidad general y las enfermedades del corazón. Los lácteos fermentados parecen tener un efecto protector sobre los lípidos sanguíneos, reduciendo el colesterol LDL y los triglicéridos (grasas “malas”), a la vez que aumentan el HDL (colesterol “bueno”).
• Diabetes tipo 2: La dieta mediterránea, con un alto consumo de lácteos fermentados, se relaciona con un menor riesgo de diabetes tipo 2 y un mejor control glucémico. Los estudios muestran que aumentar la ingesta de yogur reduce el riesgo de diabetes en un 11%, mientras que sustituir queso por yogur disminuye el riesgo en un 16%. Estos efectos podrían deberse a la modulación de la microbiota y la producción de ácidos grasos de cadena corta que mejoran la sensibilidad a la insulina.
• Prevención del cáncer: El consumo de yogur se ha asociado con un menor riesgo de cáncer colorrectal, posiblemente debido a la acción de los probióticos en la microbiota intestinal y a la reducción de la inflamación. Metaanálisis recientes muestran que una mayor adherencia a la dieta mediterránea, con alta ingesta de lácteos fermentados, reduce la mortalidad por cáncer en un 13% y disminuye el riesgo de tumores colorrectales, gástricos y hepáticos.
• Trastornos neurodegenerativos: Aunque los resultados son mixtos, algunos estudios sugieren que los lácteos fermentados podrían tener efectos protectores sobre la función cognitiva. La ingesta de queso se ha relacionado con una mejor velocidad de procesamiento mental y menor deterioro cognitivo, mientras que los probióticos del yogur podrían modular la actividad cerebral y reducir los síntomas de ansiedad y depresión.
Conclusiones
El valor nutricional de los lácteos fermentados va más allá de su aporte de energía y nutrientes individuales. Su estructura y composición modulan la digestión, absorción y biodisponibilidad de compuestos esenciales, influyendo en la salud ósea, cardiovascular, metabólica, y posiblemente en la prevención de ciertos tipos de cáncer y trastornos neurodegenerativos. Esta evidencia respalda su inclusión en una dieta equilibrada, especialmente dentro del patrón mediterráneo, como herramienta para promover la salud y prevenir enfermedades crónicas.
Fuente
El artículo está disponible en el siguiente enlace (versión original en inglés).
Referencia
Rizzoli R, Biver E. Role of fermented dairy products in the health benefits of a mediterranean diet. Aging Clin Exp Res. 2024 Mar 19;36(1):75. doi: 10.1007/s40520-024-02721-x. PMID: 38502263; PMCID: PMC10950975.
Elaboración y revisión del artículo científico
El presente contenido ha sido elaborado y revisado por colaboradores de la Fundación Iberoaméricana de Nutrición (FINUT)