Efectos del consumo regular de lácteos en la salud cardiometabólica
FEDERICO LARA VILLOSLADA
Doctor en Farmacia por la Universidad de Granada,
Coordinador Científico del Instituto Puleva de Nutrición (IPN)
Director I+D Lactalis Puleva
Los efectos de los productos lácteos sobre la salud siguen siendo un tema de debate científico debido a la disparidad de los resultados encontrados en diversas investigaciones. Un metaanálisis recientemente publicado en Advances in Nutrition ha evaluado los efectos del consumo de diferentes productos lácteos en los resultados antropométricos, lípidos en sangre, control glucémico y presión arterial sistólica.
Antecedentes y objetivo
Los productos lácteos de vaca y otros mamíferos son componentes importantes de las dietas occidentales tradicionales. En otros países occidentales, se recomiendan 3 porciones diarias para adultos y la cantidad recomendada se refiere principalmente al aporte de los lácteos para cubrir los requerimientos de calcio y reducir el riesgo de fracturas óseas. Sin embargo, el efecto sobre la salud de los diferentes tipos de lácteos, como los productos fermentados de forma natural (yogur o kéfir) y su contenido de grasa (bajo en grasa: productos desnatados o semidesnatados en comparación con toda la grasa: productos con su contenido de grasa natural) requiere más investigación.
Este metaanálisis ha tenido como objetivo revisar los efectos de la ingesta comparada de diferentes lácteos sobre los marcadores de salud cardiometabólica en población adulta sana.
El estudio
Se llevó a cabo una búsqueda sistemática en 3 bases de datos electrónicas incluyendo ensayos controlados aleatorios (ECA) con una intervención de ≥12 semanas que compararon 2 de las intervenciones elegibles [por ejemplo, alto contenido de lácteos (≥3 porciones/día o la misma cantidad en gramos por día), lácteos grasos, productos lácteos naturalmente fermentados y bajo contenido de lácteos/control (0–2 porciones/día o dieta habitual)]; y se realizó un metaanálisis para 10 variables: peso corporal, índice de masa corporal (IMC), masa grasa, circunferencia de la cintura, colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad), colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad), triglicéridos, glucosa en ayunas, hemoglobina glicosilada y presión arterial sistólica.
Se consideraron intervenciones centradas en la ingesta/consumo de productos lácteos (lácteos totales, lácteos enteros, lácteos bajos en grasa y productos lácteos fermentados de forma natural), leche y productos lácteos no bovinos (de ovejas, cabras, búfalos y camellos), leche/proteína aislada (suero o caseína), productos lácteos fortificados (fortificados con vitamina D, esteroles/estanoles vegetales, prebióticos, probióticos o ácidos grasos omega-3).
Resultados
Se incluyeron 19 ECA con 1427 participantes y la edad media de los participantes osciló entre los 20 y los 64 años.
Una mayor ingesta de lácteos (independientemente del contenido de grasa) no mostró efectos perjudiciales sobre el peso corporal, el IMC, la masa grasa y la circunferencia de la cintura. En cuanto al tipo de lácteo, no se observaron efectos diferenciales sobre las medidas antropométricas, a excepción de la comparación leche con yogur, que mostró un efecto beneficioso del yogur sobre la circunferencia de la cintura.
De manera similar, no se encontró ningún efecto perjudicial de una mayor ingesta de lácteos (independientemente del contenido de grasa) sobre los lípidos en sangre y la presión arterial sistólica.
Los productos lácteos enteros aumentaron el colesterol HDL en comparación con una dieta control (0–2 porciones/día o dieta habitual), mientras que los productos lácteos enteros y bajos en grasa mostraron un efecto beneficioso sobre los niveles de presión arterial sistólica.
Conclusiones
Estos hallazgos indican que una mayor ingesta de lácteos (independientemente del contenido de grasa) no tiene efectos perjudiciales sobre los resultados antropométricos, los lípidos en sangre y la presión arterial, de hecho, tanto los productos lácteos bajos en grasa como los lácteos enteros mejoraron los niveles de presión arterial sistólica.
Por lo tanto, en base a los resultados de esta revisión podríamos seguir afirmando que no es necesario limitar el consumo de lácteos para mantener una adecuada salud cardiovascular.
Fuente
El artículo está disponible en el siguiente enlace (versión original en inglés).
Referencia
Eva Kiesswetter, Julia Stadelmaier, Maria Petropoulou, Jakub Morze, Kathrin Grummich, Isabelle Roux, Roberta Lay, Lisa Himmelsbach, Martin Kussmann, Christine Roeger, Malte Rubach, Hans Hauner, Lukas Schwingshackl, Effects of Dairy Intake on Markers of Cardiometabolic Health in Adults: A Systematic Review with Network Meta-Analysis, Advances in Nutrition, 2023, ISSN 2161-8313, https://doi.org/10.1016/j.advnut.2023.03.004